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Por qué no funciona la homeopatía (I): La teoría 9 noviembre 2011

Posted by Jesús in General.
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Empiezo aquí una serie de dos entradas para abordar un poco el tema de la homeopatía, ya que me parece que la información está un poco dispersa y, después de ver algunos comentarios, me parece que mucha gente no tiene las ideas muy claras, o se piensa que los que nos oponemos a la homeopatía lo hacemos por fundamentalismo, porque estamos a sueldo de las pérfidas farmacéuticas, o simplemente porque los homeópatas nos caen mal. No voy a explicar nada demasiado novedoso, sino simplemente intentaré resumir lo mismo que se puede encontrar por ahí, sin entrar en tecnicismos.

La idea es explicar por qué la homeopatía no funciona, pero sin dramatismos, radicalizaciones ni dogmas, en plan «no funciona porque es una chorrada», sino de una forma argumentada, con datos concretos y analizándolo desde dos puntos de vista: el teórico y el práctico. Estos son los dos enfoques que hay que tener en cuenta no ya para la homeopatía, sino en general para cualquier disciplina/técnica que pretenda curar cosas, y eso puede ser la homeopatía, la acupuntura o la quiropráctica, pero también el desarrollo de un medicamento, una nueva técnica quirúrgica, o en general cualquier cosa de la medicina «respetable».

Veamos lo que dice la homeopatía: la idea de fondo es que una forma de curar las enfermedades es exponer al organismo a cantidades minúsculas de la sustancia que las provoca, de manera que el cuerpo las «reconozca» y aprenda a combatirlas. Es un poco la misma idea de las vacunas, que exponen al cuerpo a una versión reducida de determinados virus, para que cuando nos ataque de verdad estemos preparados. Además, nos dicen que cuanto más diluido esté el principio activo, más potente será el efecto del producto homeopático.

Lo cierto es que el planteamiento suena bastante razonable. Como he dicho, es la misma forma de funcionar de las vacunas, y si con las vacunas funciona, ¿por qué no va a funcionar a un nivel más general? Bueno, por desgracia el universo tiene sus manías, y que algo parezca razonable no implica que vaya a funcionar. Y si no que se lo expliquen a los físicos, que cuando estaban tan contentos con sus leyes físicas llegó Einstein y demostró cosas como que dos gemelos idénticos envejecen a diferentes velocidades si uno se va de viaje y el otro no, pudiendo acabar uno con 80 años y el otro con 20 (si viajan lo suficientemente rápido, por supuesto, yendo a Cancún con Iberia no pasan estas cosas). Y esto es así aunque nadie haya ido aún de vacaciones a Alfa Centauri, ya que muchísimas cosas del día a día (como el GPS, o determinados microscopios electrónicos) no funcionarían si la relatividad de Einstein esto no fuera correcta.

Volviendo al tema, lo que falla con la homeopatía es el tema de las disoluciones. Como la teoría dice que cuanto más se diluye más potente es el medicamento, pues lo que se hace es diluirlo muchas veces. Es decir, se coge una gota del producto y se mezcla en agua. De la mezcla resultante, se vuelve a coger otra gota, y se vuelve a mezclar en agua, y así sucesivamente hasta 4, 5, 10 o 15 veces (el número de veces está marcado en la cajita del producto, por si alguien tiene curiosidad). Pero resulta que cualquier producto, aunque parezca completamente uniforme, está compuesto de un número concreto de moléculas y, cada vez que diluimos, lógicamente este número se reduce respecto al agua en el que está. Es útil pensar en la analogía de un bombo lleno de bolas blancas, al que añadimos 5 bolas negras. Sacamos 5 bolas al azar, y las metemos en otro bombo lleno de bolas blancas, repitiendo el proceso unas cuantas veces. Así es fácil ver como, al final, es muy difícil que en las últimas 5 bolas que saquemos haya alguna negra. No es que sea 100% imposible, ojo, pero es infinitamente más probable que se hayan quedado por el camino, pero llega a un punto que las cosas infinitamente improbables se pueden considerar imposibles a efectos prácticos, igual que tampoco es imposible que a alguien le toque el gordo de navidad todos los años de su vida, pero nadie lo considerará una posibilidad digna de tener en cuenta. Por tanto, si las bolas blancas son agua y las negras el principio activo, podemos decir con seguridad que en un producto homeopático no queda absolutamente nada del principio activo supuestamente diluido en él, por lo que son, simplemente, agua corriente y moliente.

Y esto se calcula fácil con la química que se estudia en secundaria (¿alguien recuerda todo el tema de los moles, y demás? pues es eso). Como esto es muy básico de refutar, la salida que han encontrado los homeópatas es plantear que vale, que no queda nada de producto en el agua, pero es que resulta que el agua tiene memoria, y «recuerda» aquellas sustancias con las que ha estado en contacto. Esto no sólo es incompatible con todo lo que conocemos sobre el agua (que es mucho, son muchos siglos de estudiarla), sino que por poco que se piense no se sostiene: si el agua recuerda toda su historia, ¿por qué el agua corriente no nos provoca todo tipo de efectos adversos? Al fin y al cabo, el agua que bebemos ha pasado por tuberías, embalses y, si me apuras, por alcantarillas y demás sitios nauseabundos previamente a ser depurada, y por tanto ha estado en contacto con todo tipo de sustancias tóxicas que, bien diluidas, deberían tener un efecto devastador. ¿Acaso tiene el agua una memoria más a corto plazo? Pues tampoco encaja, porque puedo mezclar agua con arsénico, destilarla en un alambique y bebérmela a continuación, y no me va a pasar absolutamente nada pese a haber estado en contacto con un veneno minutos antes.

Vamos, que lo del efecto memoria no sólo no ha sido explicado desde un punto de vista físico, sino que además es completamente contradictorio con nuestra experiencia cotidiana.

Pero abramos nuestra mente, y supongamos que, aunque a nivel teórico la cosa no parezca tener pies ni cabeza, el problema lo tengamos nosotros y sea nuestro marco teórico el que es insuficiente. Al fin y al cabo hace mil años se pensaba que la tierra era plana porque el marco teórico decía que si fuera redonda los de las antípodas se caerían al abismo infinito, y por las mismas podría ser que el agua sí tuviera un efecto memoria que, con la ciencia actual, no sabemos explicar. O también se podría argumentar que, aunque el efecto memoria no exista, las disoluciones homeopáticas que aún tengan algo del principio activo sí puede ser que tengan efecto.

Cuando ya hemos llegado al límite de lo que nos da la teoría, la forma definitiva de zanjar la cuestión es, simplemente, probar la homeopatía en la vida real y ver, más allá de la teoría de unos u otros, quién tiene razón y quién se equivoca. Pero eso lo dejo para el siguiente post, donde veremos cómo se hace un estudio en condiciones, qué estudios se han hecho al respecto y qué resultados han dado.

Triodos: ¿Banca ética? Menos de lo que parece 9 May 2011

Posted by Jesús in General.
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Hace no mucho descubrí Triodos Bank, un banco que supuestamente se rige por criterios éticos: no invertir en según qué empresas tirando a chungas, seguir criterios de máxima transparencia, y además reinvertir parte de los beneficios en toda una serie de iniciativas éticas. De entrada suena muy bien, y como la verdad es que me convenció inicié los trámites para cambiar mis cuentas allí. Al fin y al cabo, no vale estar todo el día quejándose de lo mala que es la banca pero no mover un dedo al respecto.

Pocos días después, leo una noticia en Menéame sobre Triodos, y uno de los comentarios avisaba de que había algo raro: alguna de las iniciativas financiadas eran directamente centros homeopáticos. Sorprendido por descubrir que se considerase ético financiar algo demostrado falso por activa y por pasiva, y pensando que sería algún tipo de error, envío un email a Triodos:

Veo sorprendido que, en la lista de todas las entidades y asociaciones a las que financian, aparecen varias «clínicas» de homeopatía. No sé qué tipo de función social tiene la homeopatía, cuando se ha demostrado fehacientemente que es un tratamiento sin ningún tipo de efectividad más allá del placebo, y que al final sólo sirven para enriquecer a una serie de multinacionales farmacéuticas que cobran sus buenas cantidades por lo que, al final, son pastillitas de azúcar.En definitiva, que creo que deberían mirar mejor a quién financian, porque se les ha colado gente bastante dudosa. Si esto es la banca «ética», apaga y vámonos.

Muchos días después, cuando ya pensaba que no recibiría respuesta (tampoco es que la esperase mucho), recibo un mail de la entidad en el que me explica que no, que no es accidental, y que Triodos tiene un compromiso total con la homeopatía y otras medicinas alternativas, y me cuenta lo típico de que trata al paciente de forma más integral, que el problema lo tiene la ciencia actual que no comprende la homeopatía, que se vende en farmacias y que media Europa lo está usando ya, y por tanto mola mogollón. Para más información, me da un link a la Asociación Española de Pacientes Homeopáticos, contenedor de propaganda homeopática y, eso sí que me hizo gracia, con un apartado para artículos científicos… completamente vacío, faltaría más.

En definitiva, que me he quedado a cuadros. No sé qué tiene de ético financiar supercherías que lo único que provocan son problemas de salud pública (cada vez hay más casos de gente que muere de cosas perfectamente tratables porque prefirió usar homeopatías de estas) y, por supuesto, el enriquecimiento de multinacionales como Boiron, que factura sus buenos 300 millones de euros al año vendiendo pastillitas de azúcar.

Vamos, que de momento paso de apuntarme a Triodos, hasta que se lean un diccionario y averigüen el significado de la palabra ética.

EDITO: Igual me he pasado con la conclusión. Como apunta bastante gente en los comentarios, por muchos defectos que tenga Tríodos siempre será mejor que un Santander/BBVA/Caixa, por lo que quedarse en un banco «normal» por los problemas que pueda tener Tríodos tampoco tiene mucho sentido. Por no hablar de que, como cliente, se tiene bastante más legitimidad a la hora de quejarse y que le escuchen a uno.

EDITO2: Buscando buscando, he encontrado este enlace en el que se investiga un poco sobre los orígenes un tanto esotéricos de Tríodos Bank, así como también se informa de quejas de empleados sobre el trato a los mismos. Personalmente, lo primero me parece un poco conspiranoico y, en realidad, bastante irrelevante (por mí como si los fundadores son adoradores de Belcebú, siempre y cuando trabajen bien). Y sobre el supuesto trato chungo a los trabajadores, en otro foro he visto el desmentido de la propia compañía, que la verdad me ha parecido bastante honesto, ya que no es que lo niegue, sino que viene a decir que a nivel de empresa hacen lo que pueden, y que es inevitable que haya problemas entre empleados.

Fukushima y la hipocresía nuclear 31 marzo 2011

Posted by Jesús in General.
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Mucho se ha hablado ya del incidente nuclear de Fukushima, y más me imagino que se hablará cuando se sepan todos los datos. Pero parece que, de momento, la corriente es unánime: Fukushima ha demostrado que la energía nuclear es peligrosa, y que debe abandonarse. Y me parecería muy bien, si no fuera porque, cuando analizamos todo el contexto, las cosas no encajan.

Veamos, ¿qué ha demostrado Fukushima hasta ahora? Pues, con los hechos sobre la mesa, lo único que ha demostrado es que, ante el terremoto más bestia en 1.000 años en una zona especialmente activa sísmicamente como Japón, seguido de un pedazo de tsunami, las centrales han resistido. Con daños considerables, es cierto (parece bastante claro que no podrán volver a funcionar), pero hasta el momento las emisiones están dentro de los márgenes tolerables, y en su mayor parte están restringidas al entorno de la central. Los medios nos hablan de apocalipsis, hecatombes y no dejan de recordar a Chernobyl pero, a día de hoy, no hay ni un solo afectado por radiación, ni mucho menos heridos o muertos (salvo algunos trabajadores de la central en los primeros momentos del incidente).

¿Un incidente sin mayores consecuencias justifica el abandono de toda una industria? Bueno, supongamos que consideramos que los efectos de Fukushima, pese a lo moderados que han sido, son intolerables. Vale, pero si aplicamos ese baremo, entonces también deberemos de dejar de producir acero, porque esa industria también ha tenido accidentes con emisiones de Cesio-137 (lo más chungo que ha salido de Fukushima). O dejar de producir un montón de productos químicos, que también han causado lo suyo.

Y todo eso sin hablar de qué hacemos una vez abandonemos la nuclear. ¿Seguimos quemando petróleo y carbón? Precisamente estas formas de generar energía han provocado efectos mucho más perniciosos que todo lo que haya podido pasar con la nuclear (sí, Chernobyl incluido), y más que provocará a medida que empeore el cambio climático. Las renovables aún no dan la talla, y ni siquiera está claro que puedan darla hasta el punto de depender al 100% de ellas. Y aun cuando fuera así, algo habrá que hacer mientras se desarrollen las renovables, porque incluso en el mejor caso, unas cuantas décadas de transición no nos las quita nadie. Y no, reducir un 50% el consumo de energía no es realista.

Al final, como comenta Yuri en su excelente blog:

Vivir es correr riesgos. Todo lo que hace el ser humano conlleva algunos peligros; sólo los muertos están completamente a salvo, si es que se puede considerar así. La cuestión es cuánto riesgo estamos dispuestos a asumir razonablemente, de manera individual o colectiva, a cambio de qué.

En definitiva, sí, la nuclear tiene riesgos. Y además, a la vista de Fukushima, seguramente son mayores de lo que se pensaba hasta ahora. Pero la energía nuclear nos proporciona una serie de ventajas (suministro casi ilimitado de energía con 0% de emisiones de CO2) a las que, hoy por hoy, no tengo claro que podamos renunciar. En realidad, tampoco creo que queramos renunciar a ellas. La conclusión «es peligroso, por lo tanto hay que abandonarlo» me parece tremendamente derrotista, yo prefiero algo tipo «es peligroso, pero como también es útil vamos a ver cómo lo podemos mejorar para hacerlo más seguro«.

Ojalá en 20 años ya no sea necesaria la energía nuclear porque nos hemos puesto las pilas de verdad con las renovables (que una cosa no quita la otra). Pero mientras la alternativa a la nuclear sea seguir quemando carbón y petróleo cargándonos el planeta, yo seguiré diciendo «Nuclear SÍ, gracias«.

El calor azul, los «termominerales» y otras formas de timarnos con la calefacción 29 marzo 2010

Posted by Jesús in General.
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Aunque se salga un poco de la línea de este (semiabandonado) blog, no puedo evitar comentar mis peripecias recientes con los sistemas de calefacción, porque la verdad es que la cosa es bastante indignante. Resumiendo mucho, me he alquilado un piso que no tiene calefacción, y me he puesto a investigar qué diferentes sistemas existen y cuál es mejor.

Al ponerme a buscar, no paro de encontrarme referencias al famoso «calor azul» y sus derivados (gel de no sé qué, termomineral de no sé cuántos), que se acaban resumiendo como emisores térmicos de «bajo consumo» (y no lo pongo entre comillas por casualidad). La moto que venden con estos sistemas es que llevan un material acumulador de calor, que permite poner en marcha la resistencia que llevan sólo durante un tiempo, ya que el resto funcionan con el calor acumulado y, por tanto se ahorra energía respecto a los sistemas que están en marcha todo el rato. Es más, el comercial que me atendió en el Leroy Merlin hasta me hacía un análisis cuantitativo diciéndome cuántos minutos de emisión «por la cara» tenía por cada 10 minutos de activación de la resistencia: 10-15 con radiador de aceite, 20-25 con gel/calor azul y hasta 50 con unos pedrolos que les llamaba «termominerales» que se supone son lo más de lo más.

¿Dónde falla este aparentemente maravilloso sistema? Pues en que vulnera un pelín las leyes de la física, que dicen, entre otras cosas, que la energía no puede crearse de la nada. Y si yo caliento 10 minutos un material y me está emitiendo calor 50 minutos, estamos creando energía en alguna parte. Como no recuerdo que a ningún fabricante de radiadores le hayan dado un premio Nobel de Física últimamente por conseguir superar las leyes de la termodinámica, me temo que la explicación es bastante sencilla: para que el material emita calor 50 minutos desde que se apaga la resistencia, tiene que haber estado también 50 minutos calentándose. Vamos, que los primeros 50 minutos el calor lo absorbe el material (y no el ambiente), de ahí que tenga una cierta «reserva» para cuando se apaga la resistencia. Otra posibilidad: el calor emitido esos 50 minutos es bastante menor que el que se le ha proporcionado.

En cualquier caso, ¿dónde está aquí el bajo consumo? Pues en ninguna parte. En todo caso, el menor consumo respecto a otros sistemas se debe a cosas que tienen poco ver con lo que cuentan: generalmente, y a diferencia de otros calefactores que están encendidos el 100% del tiempo, estos trastos llevan un termostato, que hace que se vaya monitorizando la temperatura y se apague/encienda la resistencia en función de si la temperatura ambiente ya es agradable. También suelen ser programables, poniéndose en marcha o no a según qué horas en función de si se está en casa o no, si se está durmiendo, etc. Esto sí que supone un ahorro de consumo importante, pero no es nada exclusivo de esta tecnología, y en ningún caso justifica el salto de precio que tienen este tipo de sistemas (300 eur/radiador contra 60-70 de un radiador de aceite normal).

Lo triste del caso es que la cosa está tan arraigada, y se nos ha machacado tanto con las (falsas) bondades de estos trastos, que es muy difícil salir de la rueda, y a día de hoy he sido incapaz de encontrar unos simples radiadores de pared con termostato que no se vayan a precios «azules». Evidentemente el pastel es jugoso, y todos los fabricantes se han subido al carro.

¿Conclusión? Que, si no se dispone de gas en la vivienda, toca pasar por el aro. En ese caso, lo más recomendable es no dejarse engañar por las palabrerías y comprarse simplemente los más económicos, fijándose más en las características de termostatos y programadores que en lo «azules» que sean o lo fantabuloso que sea su supermaterial acumulador.

Y, si se dispone de gas, nada supera hoy en día a una caldera de las de toda la vida, con radiadores de agua. Es mucho más eficiente calentar las cosas quemando directamente gas que quemando el gas en una central, que luego te envía energía eléctrica, que luego se convierte en calor. Cuantos más pasos más pérdida de eficiencia, y aunque para el consumidor parezca lo mismo, no lo es, y donde al final se nota es en la factura.

La ciencia no necesita tijeras 7 octubre 2009

Posted by Jesús in General.
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La ciencia no necesita tijeras

Pues eso. Que en tiempos de crisis es precisamente cuando hace más falta invertir en I+D, y un recorte del 15%, viniendo además de un gobierno que dice ser de izquierdas, es una vergüenza. Aún hay tiempo de parar este disparate.

Me han hackeado mi cuenta GMail 23 julio 2009

Posted by Jesús in General, Informática.
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Desde hace unos días he empezado a recibir algunos mails muy extraños en mi cuenta de GMail. Son básicamente errores que aparecen cuando el destinatario de un mensaje no existe y el mail rebota, y tenían asuntos como «Delivery Status Notification», y el origen era Mail delivery subsystem.

Esto en sí no tiene por qué ser un problema, al fin y al cabo podía ser que yo le hubiese enviado un mail a alguien y me hubiese equivocado con la dirección, o algo así. Pero el volumen de mensajes (como 20 al día) y, sobre todo, su contenido (mensajes en chino, y a direcciones desconocidas para mí) me hizo sospechar que podría estar pasando algo.

Buscando buscando, he descubierto que GMail tiene una opción para ver la actividad reciente en la cuenta. Concretamente, hay que ir a la parte inferior de la ventana, y pulsar aquí:

info_detallada

En la pantalla que aparece al clicar, se empiezan a ver cosas raras:

detalle_actividad

En primer lugar, aparece que sólo tengo una sesión abierta. Bien. Pero después, cuando miro la actividad reciente, empiezo a ver accesos extraños, por ejemplo un acceso por SMTP hecho a las 6:50 de la mañana, cuando yo estaba durmiendo plácidamente (bueno, con el despertador a punto de sonar, pero definitivamente no mirando el correo). La IP que figuraba en estos accesos tampoco me sonaba, y buscando en alguna de las múltiples páginas de WHOIS, me sale que es de alguien de China.

En definitiva, que me han hackeado la cuenta, y la están utilizando para enviar spam, de ahí que me lleguen los mensajes rebotados de sus pobres víctimas. ¿La solución? En primer lugar, cambiar la contraseña de la cuenta. Otra opción que recomiendan es activar el cifrado HTTPS en las opciones de GMail, ya que estas cosas pueden pasar cuando se está mirando el correo en un entorno inseguro, como una conexión wireless o un cyber.

A ver si con estos cambios la cosa se arregla, porque la verdad es que he tenido suerte. Buscando en Internet casos similares, hay muchas historias para no dormir, y me podrían haber cambiado el password, borrado mails personales o enviado mails ofensivos en mi nombre, entre muchas otras cosas.

Alternativas al iPod 12 septiembre 2007

Posted by Jesús in General, Música.
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Hasta hace unos días he sido un orgulloso poseedor de un iPod Nano de 2GB. Lo de «hasta hace unos días» viene tanto de que me acabo de comprar otro reproductor, como de que, últimamente, ya no estaba tan orgulloso… Veamos, el iPod es un gran producto, y hay que reconocerle muchas cualidades, a saber:

  • Gran calidad de audio. Nada que ver con los típicos reproductores chinorris.
  • Interfaz de usuario sencillamente perfecto. No sólo la rueda y los botones son una forma extremadamente sencilla y potente de navegar por los menús, sino que éstos están también diseñados con mucho criterio. Como suele pasar, Apple se curra los temas de usabilidad.
  • Por qué no decirlo, es una monada :-).

Ahora bien, no todo el monte es orégano, y con el tiempo he ido dándome cuenta de que también tiene unos cuantos problemas muy importantes:

  • La conexión con el PC es mediante un cable propietario. Esto podría parecer una chorrada, total viene el cable de regalo, pero es un coñazo si, por ejemplo, te quedas sin batería en el camino de casa al trabajo, y no puedes recargar porque te falta el cable. O un compi te pasa una canción y no se la puedes meter hasta llegar a casa.
  • Lo mismo vale para el software. Toda la música que se le quiera meter tiene que pasar por el inefable iTunes, que la almacena en un oscuro y críptico formato. Aparte de las cualidades que pueda tener este programa (que sinceramente no se las veo, pero bueno), esto quita mucha flexibilidad a la hora de cargar música, por no hablar de los problemas que tenemos la gente que usamos otros sistemas operativos donde no hay un iTunes.
  • Un iPod es bastante caro. Realmente no mucho más, si comparamos con otros aparatos de similares características, pero sí son algo más caros.

Así las cosas, y teniendo en cuenta que hace tiempo que los 2 GB de mi iPod Nano se me habían quedado cortos, me puse a investigar el mercado. Como los problemas con mi iPod me tocaban bastante la fibra, estaba abierto a otras marcas, pero con ciertos requisitos mínimos:

  • 8 GB de capacidad (elección puramente personal, es el tamaño que me va bien para mi colección de música)
  • Calidad de audio por lo menos igual que el iPod
  • Conexión estándar por cable USB
  • Nada de softwares propietarios para cargar música, simplemente conectar como si fuera una memoria USB y copiar los ficheros

Estos tres requisitos ya descartaban al iPod, pero también (sobre todo el tema de la calidad) al 90% de marcas chinorris en el mercado tipo Inovix, Blu-Sens y cosas así, aunque también a otras marcas más reputadas tipo Creative. Aún así, no todo estaba perdido, y después de investigar un poco encontré unas cuantas alternativas:

Cowon iAudio 7

Cowon iAudio 7Cowon es una marca coreana que siempre se ha caracterizado por hacer productos de gama más bien alta, tomándose muy en serio el tema de la calidad de sonido. En este caso, el iAudio 7 es un cacharro muy respetable que cumple todos mis requisitos: 8 GB de capacidad, conexión por mini-USB y la música se carga sin problemas como si fuera una memoria USB.

La principal ventaja respecto a un iPod Nano es la batería: 60 tremendas horas respecto a las 15-20 que da un iPod. Eso sí, el trasto es algo más grueso (como el doble), aunque teniendo en cuenta que el Nano parece casi papel de fumar, no es un problema.

En España es complicado encontrar el iAudio 7, lo más que he visto ha sido algún Cowon en El Corte Inglés, aunque del año de la castaña. Eso sí, en los USA cuesta unos 200$ la versión de 8 GB, por lo que aprovechando la tesitura dólar-euro y moviéndose un poco en eBays y cosas así, lo puedes conseguir por unos 150-170 eur fácil.

iRiver X20

iRiver X20Otra marca que tradicionalmente da buena calidad siempre ha sido iRiver, en este caso con el X20. Al igual que el Cowon, buena calidad de sonido, 8GB y conexión estándar. En este caso la duración de la batería es más normal, en la línea del Nano, pero como añadido interesante tenemos un slot para tarjetas mini-SD.

El interfaz también es más normalito y similar al Nano, ya que también es como una rueda, a diferencia del Cowon que tiene un interfaz algo extraño.

El precio de este es algo menor que el del Cowon, en torno a los 150 eur o menos si nos movemos bien.

Meizu M3
Meizu M3La gran sorpresa, ya que yo personalmente no había oído hablar en la vida de esta marca. Al principio era muy escéptico, ya que es una marca china y la web es bastante deplorable, por lo que me imaginaba que la calidad sería similar a otras marcas de por allí. Ahora bien, leyendo reviews resulta que Meizu es una marca de gama más bien alta y que siempre ha sacado productos de bastante calidad. De hecho, en una review habían desmontado un Meizu y resultó que componentes como la pantalla eran exactamente los mismos que en el iPod Nano (que al fin y al cabo también se fabrica por allí).

Como se ve en la imagen, el diseño es una fulminada del iPod Nano (de 1ª y 2ª generación, que el de 3ª generación es diferente), y tiene buena calidad de sonido, 8 GB e interfaz estándar. Lo mejor sin duda es el precio, ya que se puede conseguir por unos 100 euros.

Pues nada, esto es lo que he encontrado. Yo finalmente me he comprado el Cowon, más que nada porque lo de las 60h de batería me atrajo bastante. Justo me acaba de llegar y apenas lo he usado, pero de momento tiene buena pinta…

Dios mío, Ericsson regala portátiles!!! 14 diciembre 2006

Posted by Jesús in General.
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La verdad, a estas alturas pensaba que ya lo había visto todo en lo que respecta a cadenas de e-mails, pero hoy me ha llegado una que lo supera todo (pego tal cual con faltas y todo, sólo he quitado las gorrinadas del e-mail):

La sociedad Ericsson distribuye gratuitamente ordenadores portatiles con la intencion de contrarrestar a NOKIA, que ha hecho lo mismo. Ericsson desea aumentar su popularidad. POr este motivo Ericsson distribuye gratuitamente el nuevo portatil WAP. Todo lo que hay que hacer es enviar este e-mail a ocho de sus conocidos. En aproximadamente dos semanas, recibiras un Ericsson T18. Si el mensaje es enviado a «0 personas o mas, puedes recibir un Ericsson R320

Importante, eviar una copia del e-mail a anna.swelung@ericsson.com.
Insisto, no es una broma, asi que regalate un portatil.
Buena suerte.
Saludos.

Uf, es que no sé ni por dónde empezar… 🙂 . ¿Puede haber alguien que se crea esto? Pues sí señores, ya que si me ha llegado es porque alguien lo ha reenviado (y además con copia adjunta a la señora (o señorita) Anna Swelung, por lo que imagino que en estos momentos estará todo feliz contando las horas hasta recibir su ansiado «portátil WAP»). En fin, me cuesta creer que la gente que reenvía estas cosas no se pare a pensar en un par de cositas:

  • Ericsson hace muuuuucho que no existe, se fusionó con Sony hace eones.
  • Ninguna compañía mínimamente grande escribiría sin acentos, y con 2-3 faltas de ortografía por frase.
  • Y, ni mucho menos, reconocería que hace una campaña en respuesta a otra de su rival (¿cuándo ha visto nadie algo tipo «Coca cola ofrece 2×1 en refrescos porque Pepsi también lo hace»?

En fin, supongo que la gente aplica el razonamiento de «¿y si fuera verdad? Total no cuesta nada…», pero, ¿realmente no cuesta nada? Se me ocurren varias posibilidades sobre el origen de este mensaje:

  1. Es una promoción fidedigna de Ericsson. Hay que ser muy pánfilo para ver que esto no tiene pies ni cabeza, pero bueno.
  2. Es una coña que han montado los compis de trabajo de la srta Swelung para hacerle una putada e inundarle el correo de peticiones. Dada la situación, lo más probable es que Ms Swelung se haya cortado las venas, lo cual explica por qué la dirección de e-mail no existe ya.
  3. La cosa es un tinglado para captar direcciones de e-mail a las que bombardear luego con edificantes mensajes publicitarios tipo «Enlarge your penis«, «Buy Viagra cheap» o «Get laid fast«. Además, en este caso ya no hace falta ni extraer los mails de las crípticas cabeceras de los mensajes, ya que cada cual, muy amablemente, le envía una copia de su e-mail directamente al spammer para facilitarle el trabajo. Sinceramente creo que es la opción más probable.

En todo caso, y aun suponiendo que esto fuera verdad, ¿realmente alguien quiere alguno de esos móviles? Me he parado a buscarlos un poco, y tanto el T18 como el R320 son lo más de lo más en tecnología, aproximadamente de cuando Franco iba en bicicleta: pantalla de texto de por lo menos 2 líneas (en b/n, of course), y no me extrañaría que tuviesen hasta tonos monofónicos. Además, deben pesar en torno al medio kg y tienen un tamaño respetable que hace difícil perderlos. Vamos, el sueño de todo usuario de móvil que se precie… 😉

Ecuaciones y web 30 noviembre 2006

Posted by Jesús in General.
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Dado que últimamente se me va la pinza con posts un poco matemático/probabilísticos, me he dado cuenta de lo mal que queda escribir fórmulas matemáticas en ASCII estándar. Una forma de solventar esto es usar cosas como MathML, pero la cosa aún no está muy soportada y no funciona igual de bien en todos los navegadores (por decirlo suave, porque lo que es Internet Explorer no sabe ni lo que es eso).

La solución arcaica pero eficaz pasa por generar la ecuación en algún programa adecuado, y luego exportarla como imagen para subirla a la web. Aunque puede ser algo bastante laborioso, una búsqueda de 5 minutos en el Google me ha hecho encontrar una paginita donde, mediante un sencillo formulario, es posible generar una flamante y fantabulosa ecuación introduciéndola en formato Latex, especificando el formato, colores, resolución, etc. Para el que no controle mucho el Latex, allí mismo hay varios ejemplos con las cosas más comunes, aunque se puede ampliar la información en otros sitios. Y para muestra, un botón:

eqnprueba.png

La verdad es que la diferencia respecto a las ecuaciones en ASCII es notable, yo de momento voy a ir cambiando las fórmulas del resto de posts…

Estrategias para los exámenes tipo test 3 noviembre 2006

Posted by Jesús in General.
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Sigo a vueltas con los temas estadísticos, ahora a cuento de algunas reflexiones sobre los exámenes tipo test y las mejores estrategias para responderlos (aunque está claro que la mejor es estudiar a conciencia 🙂 ). El caso es que últimamente he estado de exámenes, y alguno era tipo test. Ante este tipo de exámenes, siempre surgen las dudas: ¿debo contestar todas las preguntas, aunque las erróneas resten? Aparentemente no, ya que la cosa está diseñada para evitar que la gente saque puntuación respondiendo a boleo, pero, ¿y si no es totalmente a boleo porque alguna de las respuestas es claramente incorrecta? Aquí la cosa es más sutil, y aunque las conclusiones son en muchos casos de sentido común, un día de estos me dio por cuantificarlo un poco.

Supongamos el típico examen tipo test de N preguntas y 4 posibles respuestas. Las respuestas correctas suman 1 punto, y las incorrectas restan 1/3. Las respuestas en blanco ni suman ni restan, lógicamente. Así, en un examen en el que no tuviésemos ni puñetera idea, acertaríamos el 25% de las preguntas (al haber 4 respuestas posibles) y fallaríamos el resto, por lo que la nota sería de:

eqn1_final.png

Vamos, que está claro que los que hacen las normas saben lo suyo, y mediante este sistema, y haciendo un examen a boleo, sacaríamos un cero patatero. Pero, ¿qué pasa si la cosa no es totalmente aleatoria? Es frecuente que, de las 4 respuestas, por lo menos una sea claramente errónea, por lo que la probabilidad de acertar la pregunta ya no es del 25% (1 entre 4) sino del 33% (1 entre 3). También es posible encontrar juegos de respuestas que se contradicen entre ellas, lo que puede reducir aún más las opciones. En un hipotético caso en el que, mediante el análisis de las respuestas, pudiésemos descartar 1 de las respuestas, la nota final del examen sería:

eqn2_final.png

Que, en un examen de 40 preguntas, nos daría una nota de un 1,11 sobre 10. Si consiguiésemos descartar dos de las respuestas, la nota sería:

eqn3_final.png

que ya sería un 3,33 sobre 10, una nota mucho más jugosa.

¿Qué conclusión se saca de esto? Pues básicamente, que si podemos descartar al menos una de las respuestas, es mejor responder que dejar la pregunta en blanco. Así, las únicas preguntas que no hay que contestar son las que no tenemos ni idea de la respuesta, ya que estadísticamente no nos aportan nada.

De todas maneras cuidadín, que todo esto es a nivel probabilístico y nadie nos impide fallar miserablemente todas las preguntas, aunque reduzcamos las probabilidades al 50% 🙂 . Al final, la mejor estrategia es estudiarse bien el tema, eso sí que no falla.